La resistencia a los antibióticos, una pandemia a la vuelta de la esquina.

Los antibióticos son sustancias que causan la muerte de bacterias o inhiben su crecimiento. La mayoría de ellos son producidos por microorganismos como hongos e incluso otras bacterias. 

En medicina se emplean para combatir infecciones de origen bacteriano, las cuales, antes de que existieran, constituían la primera causa de muerte. 

Es imprescindible destacar que los antibióticos solo son útiles frente a las bacterias, pero no sirven de nada frente a los virus, por lo tanto enfermedades causadas por virus como la gripe o los resfriados comunes no solo no se pueden tratar con antibióticos, sino que hacerlo es contraproducente.

El primer antibiótico descubierto fue la penicilina y ésta así como el resto de antibióticos que las sucedieron, han salvado incontables vidas. Pero si se usan de forma despreocupada y abusiva, las bacterias consiguen sobrevivirles por pura evolución al hacerse resistentes a sus efectos.

Esta conlleva a que las bacterias que antes eran sensibles a un antibiótico en específico, dejan de serlo, al desarrollar mecanismos que les permiten sobrevivir al ataque del antibiótico.

Hoy en día hay infinidad de bacterias que son resistentes no a uno, sino a varios antibióticos y son las llamadas bacterias multirresistentes. Incluso hablamos de algo más alarmante, hay bacterias resistentes a todos los antibióticos disponibles por lo que para ellas no existe tratamiento. Estas son las bacterias panresistentes o también llamadas superbacterias y son las que causarán la gran pandemia de este siglo si no tomamos cartas en el asunto.

Las bacterias panresistentes o también llamadas superbacterias son las que causarán la gran pandemia de este siglo si no tomamos cartas en el asunto.

 

Las bacterias tienen estrategias poderosas adaptativas frente a los antibióticos:

  • La transferencia vertical de genes de bacterias padres a bacterias hijas
  • La transferencia horizontal de genes, donde dos bacterias no emparentadas se transfieren material genético, esto les permite adquirir rápidamente los genes de resistencia antibiótica. Esto lo hacen de varias maneras:
    • Transformación: Tomando los genes que les permiten sobrevivir directamente del medio. 
    • Transducción: Donde los fagos o virus que infectan a bacterias pueden actuar como vehículos de genes de resistencia antibiótica
    • Conjugación: Donde un plásmido o molécula circular de ADN transfiere genes de resistencia antibiótica entre bacterias en contacto
    • Integrón: Donde las bacterias hacen acopio de genes y los expresan solo cuando se requiere, de esa manera, cuando es atacada por un antibiótico el integrón se activa y reordena los genes para dar con el gen de resistencia antibiótica que necesita para sobrevivir

Se estima que para el 2050 las bacterias resistentes a antibióticos serán la causa de más de 10 millones de muertes anuales en todo el mundo

Estamos cada vez más cerca de un escenario donde los antibióticos que actualmente conocemos nos ayudarán cada vez menos a combatir las infecciones, y las consecuencias de eso pueden tener una magnitud que todavía no imaginamos. Estaríamos hablando de un mundo donde una herida en la rodilla podría ser fatal. Un procedimiento quirúrgico o un trasplante serían una misión imposible. El luchar contra una neumonía, sería una batalla perdida. 

Este problema lleva años fraguándose, actualmente es el culpable de más de 33 mil muertes al año solamente en Europa, generando un gasto sanitario de aproximadamente 1.500 millones de euros.

Según la OMS, es necesario que se cambie urgentemente la forma de prescribir y utilizar los antibióticos, ya que aunque se desarrollen nuevos medicamentos, si no se modifican los comportamientos actuales, la resistencia bacteriana a los antibióticos seguirá representando una grave amenaza para el mundo entero. 

Estos cambios de comportamiento también deben incluir medidas destinadas a reducir la propagación de las infecciones, a través de campañas de vacunación, lavado de manos, seguridad en las relaciones sexuales y una buena higiene alimentaria.

Debemos siempre recordar que los antibióticos son medicamentos de uso restringido y deben ser formulados por el médico tratante. Estos tienen efectos secundarios, que pueden provocar graves problemas en la salud de quien los consuma deliberadamente, sin contar con la resistencia bacteriana a los antibióticos, que crea las llamadas súper bacterias que se vuelven inmunes a los tratamientos, permitiendo que se generen enfermedades que no puedan ser manejadas y que pueden provocar la muerte.

El uso deliberado, excesivo e inadecuado de los antibióticos es una de las principales causas de este problema de resistencia en el que todos tenemos parte de responsabilidad. La solución está en manos de todos.