El cerebro es el único órgano del cuerpo que necesita mucho tiempo para crecer y desarrollarse, pasando por cambios anatómicos y funcionales sorprendentes desde la etapa prenatal hasta la adultez temprana.

Después del nacimiento, las experiencias del día a día del bebé van a jugar un papel importante en el desarrollo de su cerebro. El número de nuevas sinapsis se incrementa de forma exponencial en el periodo posnatal, especialmente durante las primeras dos semanas de vida. En esta etapa del desarrollo, la producción de nuevas neuronas (neurogénesis) y la conexión entre ellas (sinaptogénesis) aumentan la posibilidad de modificación en la función cerebral (plasticidad cerebral), que depende principalmente de las primeras experiencias. Esto significa que si en esta etapa el bebé está expuesto a una deprivación afectiva, se presentarán fenómenos de muerte neuronal (apoptosis) en el plano cerebral, incidiendo en una mayor vulnerabilidad al estrés y en la disminución de la respuesta inmunológica del infante.

Por esta razón, la atención de los padres durante la primera infancia es crucial para la maduración del cerebro, especialmente para las estructuras encargadas de la afectividad y la memoria.

Los seres humanos requieren de una experiencia posnatal significativa para adaptarse al nuevo entorno y aprender una forma de comunicación que les permita sobrevivir en él. En este sentido, las canciones de cuna, las conversaciones de la mamá con su bebé, su tono y timbre de voz desde los momentos iniciales de la vida ayudarán al bebé a producir y decodificar los sonidos del habla que constituirán la base del lenguaje, pues las experiencias del día a día modificarán los circuitos neuronales durante los periodos denominados críticos para el aprendizaje del lenguaje hablado.

La primera infancia es la plataforma de despegue de nuestro universo sensorial y perceptivo, que no solo nos permitirá mantenernos vivos (al acercarnos o alejarnos de un estímulo); sino, será también el vehículo para la conducción de información cognitiva, motora y emocional, principalmente. Los primeros años de vida son esenciales para el desarrollo del ser humano debido a que las experiencias tempranas perfilan la arquitectura del cerebro y diseñan el futuro comportamiento. En esta etapa, el cerebro experimenta cambios fenomenales: crece, se desarrolla y pasa por periodos sensibles para algunos aprendizajes, por lo que requiere de un entorno con experiencias significativas, estímulos multisensoriales, recursos físicos adecuados; pero, principalmente, necesita de un entorno potenciado por el cuidado, la responsabilidad y el afecto de un adulto comprometido.

Por ello los expertos aconsejan, y nunca lo olvide: Léale, cántele, háblele a su hijo o hija pequeña, porque ellos lo necesitan.

Una innovadora charla TED de Molly Wright de 7 años, una estudiante de segundo grado de Queensland, Australia, hoy una de las oradoras TED más jóvenes de la historia, está  destinada a cambiar la forma en que los padres y cuidadores de todo el mundo ven el desarrollo del cerebro en la primera infancia y la forma en que los adultos interactúan con los niños y busca demostrar como existen cosas simples pero transformadoras que todos podemos hacer para ayudar a los niños a prosperar.

El Proyecto CHARLA TED DE MOLLY, tiene como objetivo sensibilizar al público sobre la importancia fundamental del desarrollo del cerebro en los primeros cinco años de la vida de un niño en todo el mundo y el impacto que esto tiene en su futuro.

Respaldado por las últimas investigaciones sobre desarrollo infantil y presentado como una charla TED, el cortometraje busca empoderar y motivar a los padres, cuidadores y miembros de la comunidad para que se involucren de manera más significativa y a menudo con los niños.

La charla destaca los beneficios tangibles de las interacciones positivas y recíprocas de ‘servir y devolver’ y el impacto que esto tiene en el aprendizaje, la salud y el bienestar de un niño durante toda la vida. También incorpora mensajes clave sobre la importancia del juego, el período prenatal y la salud mental infantil.

Basándose en los cinco consejos clave de conectar, hablar, jugar, un hogar y una comunidad saludables, la charla explica las cosas simples y divertidas que podemos hacer que marcan una gran diferencia en el desarrollo y el bienestar del cerebro de un niño y el papel que todos podemos desempeñar.

Entonces, ¿Puede un juego de escondidas cambiar el mundo?