El 18 de Diciembre, se celebra el Día Nacional de la Esclerosis Múltiple, con la única intención de dar a conocer la patología y difundir las características de la enfermedad y la problemática de las personas afectadas. Esta patología afecta más a las mujeres que a los hombres y solamente en España hay más de 47 mil afectados, más de 60 mil en Europa y aproximadamente 2 millones y medio en todo el mundo. Cada año se diagnostican solamente en España 1.800 nuevos casos de esclerosis múltiple, siendo la segunda causa de discapacidad entre los jóvenes, por detrás de los accidentes de tráfico.

La esclerosis múltiple es una enfermedad crónica autoinmune, inflamatoria, desmielinizante, neurodegenerativa y progresiva del sistema nervioso central, que afecta a la sustancia blanca del cerebro y de la médula espinal. Los primeros síntomas suelen aparecer entre los 20 y los 40 años, y es más frecuente en mujeres. Los síntomas más habituales de aparición temprana son la fatiga, los problemas de visión, hormigueos, entumecimientos, vértigos y mareos, debilidad muscular, espasmos y problemas de equilibrio y coordinación.

Es llamada la enfermedad de las mil caras, por la multitud de efectos y síntomas que presenta, diferentes en cada persona. La mayoría de las manifestaciones de la enfermedad son ‘invisibles’, pero repercuten en el día a día de quienes la padecen. Les provoca gran incapacidad con trastornos motores, cognitivos y de la agudeza visual, acompañada de ansiedad y depresión.

La Esclerosis múltiple fundamentalmente, produce lesiones en la mielina, lo que altera la transmisión de los impulsos nerviosos.

La enfermedad aparece de repente, sin embargo en algunos casos puede ser progresiva. El tratamiento a instaurar dependerá de que tan rápido se haya desarrollado la enfermedad, por lo que la detección y el tratamiento precoz, es la clave.

Los primeros síntomas son trastornos de la visión, pérdida de sensibilidad en las extremidades, hormigueo, alteración del equilibrio, pérdida de fuerza o trastornos motores, que en algunos casos pueden mejorar con el paso de los días, sin embargo es fundamental acudir al médico para su tratamiento y evitar la aparición de secuelas desde la fase inicial.

Para la Esclerosis multiple no existe una cura, sin embargo hay tratamientos paliativos y sintomáticos que pueden cambiar considerablemente el curso de la enfermedad y mejorar la calidad de vida, disminuyendo los síntomas.